lunes, 11 de abril de 2016

9:59:00 p.m.




JAMES WHITE
E.U.A. 2015
Director: Josh Mond
Guión: Josh Mond

“James White” ganadora del premio de la audiencia en el festival de Sundance 2015 es la "Ópera Prima" de Josh Mond. En la cual nos cuenta una historia íntima y reflexiva que habla de la fragilidad del ser humano y de lo vulnerable que puede llegar a ser.  


De cierta manera, el autor nos cuenta un retrato personal de una experiencia similar que tuvo dentro de su familia.



La historia narra la vida de James White un hombre de veintitantos que vive sin preocupaciones y sin aspiraciones.  Adicto a las fiestas, las mujeres y el alcohol. Un tipo irresponsable que no desea madurar. Evita toda clase de compromisos, tanto a nivel profesional como a nivel personal.

Su padre, el cual los abandonó hace mucho tiempo y del que apenas recuerda,  ha muerto.  Su madre, por el dolor que le causa el recuerdo, recae enferma de cáncer.
James, su única familia debe hacerse responsable de ella.
Y así de pronto, James se encuentra en un viaje sin retorno que lo obliga a encontrar una solución en una vida que está llena de problemas.





James White” es un drama interesante y provocador que no abusa de sentimentalismos, manejado de una forma inteligente sin llegar al melodrama, lo cual se agradece.

Una película sencilla, intimista e independiente.


Es la clase de películas que cada vez es más raro encontrarse en la industria de Hollywood o la “fábrica de películas desechables”.

La película habla de un tema actual y universal: La triste realidad del ser humano hoy en día. Cada vez hay más personas que son víctimas de esta enfermedad en la que nadie parece ser inmune. Sin importar nivel de vida o status social.




El guión es interesante y se mantiene casi toda la película, pero por momentos se notan ciertos huecos narrativos que hacen que se sienta floja y poco convincente.
De pronto pareciera que sigue una estructura establecida en vez de dejarse fluir por las situaciones que le suceden a los personajes.

Lo más flojo del guión y el argumento son los personajes secundarios, donde no parecen aportar nada a la historia. Se les quiere dar mucho más importancia de la que tienen y salen sobrando. Son confusos, no aparecen o se sienten invisibles. Ni ayudan ni estorban al héroe. Les hacen falta más motivos para llegar al límite.


Simplemente existen como seres irreales sin profundidad ni aspiraciones o algún objetivo en concreto.

El personaje de James está mucho más definido, aunque a veces parece un poco exagerado. En ocasiones se siente forzado para que el espectador se sienta empático con lo que le sucede.
Incluso la relación con la madre se siente más lejana de lo que nos plantea la historia.

La actuación de Cristopher Abbott como “James White” es convincente aunque a veces exagerada. Más bien, al autor le faltó definir ciertas actitudes del personaje, algunos momentos de la historia y en la manera que se comporta.




En cuanto al tipo de narración, el autor nos plantea desde el comienzo el uso de tomas cerradas o “close up”  que nos obliga a estar lo más cercano posible al héroe y sus sentimientos.

Esto acentuado con el uso de la cámara en mano o tomas inestables como método para sentir la incomodidad de la vida del personaje y la crudeza de su realidad.



Somos testigos cercanos de la angustia en la que vive. De cierta manera nos volvemos cómplices de los hechos.  


Se puede sentir el sufrimiento y la impotencia del protagonista por querer solucionar lo que no tiene solución.

Una historia que hace reflexionar y de la cual uno se pregunta como actuaríamos ante una situación así y que tanto somos capaces de soportar ante el sufrimiento y la agonía de nuestra madre.




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